¿Él? Lo mejor de este mundo. Gracias por estos años, gracias
por enseñarnos a luchar, a seguir adelante cueste lo que cueste.Gracias por
esos suspensos que me ayudaron tanto, por todos esos consejos. Que me llevo
mogollón de recuerdos y unos cuantos más. Porque sin duda, eres increíble.
¿Olvidarte? Nunca. Siempre estarás con nosotros, apoyándonos, como lo hacías
siempre. Ya no tendré a mi profesor favorito haciéndome chillar por los
pasillos, obligándome a bailar para luego decirme: "bailas como Chiquito
de la Calzada". Pero me quedo con esa última sonrisa, con ese último
abrazo, con esos últimos gestos. Y ahora mismo tiemblo al escribirte, tiemblo
al escuchar tu nombre. Te recordaremos siempre, Javier.
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