Te quise, aceleré y nunca pisé los frenos.

Te quise, aceleré y nunca pisé los frenos.

jueves, 28 de marzo de 2013

Recuerdo que me encantaba llegar a casa oliendo a ti.

Recuerdo tantas cosas que a veces me cuesta no quererte. Me encantaba despertarme con una sonrisa por sólo saber que en cuento mirara el móvil tendría algún mensaje tuyo. Ir a clase con ese pensamiento de que después de 6 horas saldría y te vería ahí, en aquella esquina, con el móvil en la mano hablándome para que llegara ya. Siempre con la cabeza baja y la ibas levantando poco a poco hasta que me veías y te salía aquella sonrisa de medio lado. Se notaba que me querías, pero aún así yo te superaba. Me lanzaba a tus brazos porque mis ganas de verte eran tremendas, y si por mi fuera no te hubiese soltado nunca. 

viernes, 15 de marzo de 2013

Olvídame tú primero, que yo no puedo.

¿Olvidarte? Pídeme que vaya a la luna y vuelva, que es más fácil. Pídeme que te regale el sol, que te baje las nubes, pídeme lo que quieras pero no menciones la palabra olvidar, por favor. Porque eso es algo imposible, es la última cosa que haría. Todavía nos queda mucho que vivir, juntos. Dime cómo olvidar tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus te quiero, tus contigo hasta el final enana. Tú mismo lo dijiste: hasta el final. Ésto no acaba aquí, una vez más ayúdame a seguir adelante. No podría vivir sin ti, no habría manera. Cómo olvidar cada despertar contigo susurrándome al oído: princesa, ya empezaba a echarte de menos, cómo olvidar cada desayuno en la cama, cómo olvidar cada abrazo en las noches más frías de aquel invierno, cómo olvidar cada detalle, cada sonrisa, cada situación. Esas discusiones a las tantas de la noche que se arreglaban con un te quiero idiota, esos celos que tenías cada vez que alguien me abrazaba, ese miedo a perderme, ese miedo a que encontrara a otro mejor que tú. Escucha, que yo olvidarme de ti nunca, nadie llegará a hacerme sentir como lo haces tú.