Recuerdo tantas cosas que a veces me cuesta no quererte. Me encantaba despertarme con una sonrisa por sólo saber que en cuento mirara el móvil tendría algún mensaje tuyo. Ir a clase con ese pensamiento de que después de 6 horas saldría y te vería ahí, en aquella esquina, con el móvil en la mano hablándome para que llegara ya. Siempre con la cabeza baja y la ibas levantando poco a poco hasta que me veías y te salía aquella sonrisa de medio lado. Se notaba que me querías, pero aún así yo te superaba. Me lanzaba a tus brazos porque mis ganas de verte eran tremendas, y si por mi fuera no te hubiese soltado nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario