Te quise, aceleré y nunca pisé los frenos.

Te quise, aceleré y nunca pisé los frenos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Toda seriedad puede volverse sonrisa.

Y así de cierto es, porque un día malo no dura para siempre. Después de todo se vuelve a sonreír y pase lo que pase no borres la felicidad de tu mente.
Sonríe cuando puedas, en cada oportunidad que tengas, en cada momento. Disfruta como si no hubiera un mañana, recuerda que puede ser el último así que vívelo como tal. Y no dejes que nada ni nadie te lo impida.

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